Cómo elegir tu toldo perfecto: la guía de Flex Color

En el momento de elegir un toldo, no se trata solo de estética, sino de encontrar la solución que mejor se adapte a tu espacio, estilo de vida y condiciones climáticas. En Flex Color, te compartimos los criterios esenciales para que tomes una decisión informada y acertada:


1. Define el uso principal

Primero, preguntate: ¿para qué lo necesitás principalmente?

  • Protección solar en balcones, ventanas o terrazas.
  • Sombras amplias en jardines o patios.
  • Privacidad, resguardo del viento o lluvia ligera.
    Tener claro el propósito ayuda a limitar las opciones más adecuadas.

2. Considerá el espacio y las dimensiones

  • Ancho (línea): debe superar el área que querés cubrir.
  • Proyección (salida): determina la profundidad de sombra. Por ejemplo, un balcón pequeño puede necesitar 2 m de proyección para generar unos 1 m de sombra útil.
  • También tené en cuenta la orientación (norte, sur, este, oeste) para calibrar la inclinación del toldo y maximizar la protección.

3. Considerá el clima y la orientación

  • En zonas ventosas: optá por estructuras robustas como cofres o pérgolas para mayor resistencia.
  • Si vivís cerca del mar, buscá materiales que resistan salinidad y humedad (como aluminio tratado).
  • Elegí telas microperforadas si querés bloquear calor manteniendo ventilación; o telas acrílicas de alta UV para máxima protección. 

4. Mecanismo de apertura: manual vs motorizado

  • Manual: económico y simple, ideal para toldos pequeños o de uso ocasional.
  • Motorizado o automatizado: máxima comodidad, posible integración con sensores de sol/viento. Excelente para toldos grandes o de uso frecuente.

5. Estilo, funcionalidad y presupuesto

  • El toldo debe complementar la estética de tu fachada o espacio exterior.
  • Definí tu presupuesto para enfocar tu elección según calidad, durabilidad y estilo que podés pagar.

6. Materiales y durabilidad

  • Elegí tejidos de calidad que bloqueen UV, reduzcan el deslumbramiento y permitan una ventilación agradable. 
  • Considerá sistemas de protección como cofres, semicofres o monobloc para preservar la lona y prolongar la vida útil. 

7. Fijaciones, mantenimiento y seguridad

  • Usá tacos y tornillos adecuados según la superficie de fijación (muro, techo, etc.). 
  • Realizá limpieza periódica: desde quitar el polvo hasta lavar la lona con agua jabonosa 1–2 veces al año. 

Al elegir un toldo con Flex Color, estás apostando por una solución adecuada a tu espacio, fabricada con cuidado, materiales duraderos y pensada para durar. ¿Querés que te diseñemos una solución a medida basada en estos criterios? ¡Contactanos y te asesoramos!

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